Tiempo Libre

No me preguntéis por qué, pero volví. Eran las 9:35 de la mañana y llegué corriendo, roja como qué, después de haber subido cientos de escaleras mecánicas y recorrer varios kilómetros de pasillos en la estación de metro de Nuevos Ministerios. Sin exagerar. Por si me hacían esperar más de 7 minutos, llevaba  en el bolso una edición tamaño bolsillo de Pablo Neruda, : “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, que llevaba tiempo queriendo leer y bajo el brazo una revista tamaño normal, de las que pesan alrededor de 4 kilos y se van medio resbalando hasta caer al suelo. El caso, estaba ya en la bonita sala de espera, con panfletos de publicidad encima de una mesa bajita y una maceta con una planta retuerta. Por suerte solo había un par de señoras de las que dan conversación. No es que yo no sea de las de charlar con desconocidos de vez en cuando, pero no, aquel día no. Hojee un poco mi revista y conté unas tres veces la palabra ecléctica. No se como podían vestirse y decorar sus casas los famosillos hace unos años; sin darle ese toque tan socorrido y cool a la vez a sus vidas. Después leí un poema un par de veces. Era precioso, aunque no supe sacarle el jugo que merece. Y mira que era de la editorial cátedra… Entonces se abrió la puerta y una voz fría pronuncio mi nombre. ¿Ya? Ays! Si hasta le estaba cogiendo gusto a esa silla de plasticazo! Y tal y como recordaba, fue tumbarme en la camilla y recibir un jeringazo en la mandíbula,  sin un triste “hola cómo estás?”, “hay que ver qué calor hace” o “te tienes que hacer una limpieza”!. Hasta un “que mal tienes la boca” creo que me hubiese reconfortado. Esta dentista, que  no es capaz de sacar medio segundo de conversación para aplacar unos nervios merecidos, es que no tiene corazón. Eso si, a la media hora escasa estaba fuera, con la clásica cara de panoli y una babilla cayendo de lado. Creo que mi escapada total no duró más de 90 minutos. ¿Porqué os he contado todo esto? Desde luego, no para recomendaros esta clínica dental. Me temo que es lo primero que se me ha ocurrido escribir después de 6 meses sin dar noticias. Igual tengo que replantearme un poco mi existencia, jajja. Pero,,, ¿ Si yo siempre he sido de hacer esos “replanteamientos” en Septiembre!? Dejaré entonces estas pocas semanas de Agosto sin miles de buenos, sanos y profundos propósitos. Éstos que hay que intentar encajar en una vida donde el máximo tiempo, en mi caso, es para dos bebés.

Todos tenemos vidas ajetreadas, así que ¡¡a disfrutar del poco – mucho tiempo libre que se tenga en todas sus formas, aunque sea yendo al dentista 🙂

Espero que tengáis una linda semana!Besitoos Ah!  De casualidad he visto esta foto de Elena Shumilova en este blog,  Bored Panda! Me encanta!!

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